Uno de mis principales retos personales al desarrollar proyectos ha sido ser consistente con una idea específica.
Como consultor me es más sencillo identificar posibilidades y solucione para clientes. Sin embargo, cuando se trata de uno mismo, no es tan sencillo lograrlo. Un especie de miopía estratégica.
Una forma de lograr vencer estas dificultades es con “framewoks” o procesos específicos. En mi caso utilizo un proceso que me ha dado muy buenos resultados.
Primero cambiar mi perspectiva y evaluar mi situación como evaluó la de un cliente. Acá me pregunto Si uno de mis clientes estuviera viviendo esta situación ¿Qué le recomendaría?
Segundo. Para ser consistente es necesario ponerse reglas. En este caso, decido que voy a ejecutar esa solución que me he recomendado por un tiempo específico. Y durante ese tiempo específico voy a ejecutar esa solución con toda mi energía y dedicación. Acá la clave es ejecutar como si estuviera seguro de que voy a tener éxito.
Tercero. Defino los criterios de aceptación de la solución. Es decir, si ejecuto esto, durante X cantidad de tiempo, cuál es el resultado mínimo que creo aceptable antes de intentar algo diferente.
Esta estrategia tiene varios beneficios. Me permite asumir un compromiso conmigo mismo, tener un deadline y una forma de evaluar resultados. El compromiso de no probar otra solución o proyecto hasta cumplir el deadline es muy importante para evitar el FOMO de todo lo demás.
Acá la clave es darse suficiente tiempo para probar el proyecto o solución, eso si, no cambiarlo a menos que realmente tengamos una razón de peso para hacerlo, y trabajando siempre con la convicción de que se tendrá éxito.
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